Bienvenida




Foto:Fran Gonzas

jueves, 7 de julio de 2011

Un día cualquera in a vida de unha mullel de aquelis tempus…
Esta mañan me levanti u sel u dia masmenti cantó u galu y u primeiru que fidi foi enchel un latón de agua na tinaisha pa ítala na vacia y lavalmi, ven prontu se me ispantó u soñu, istaba cumu u carambelu.
Dispois de asialmi foi a budega a buscal unas pinas y unas chapoas pa fel u fogu y puñel a codel u alliñu a u que le itaré unha ishinxa picona, poleu y aisín.
Dispois  de comel u allu, Xuan meteu nu zurrón un cachu de pan, queishu , unha murcela y se foi a mallá a sacal as galiñas y as ovellas pa que pazan nu tapau . Mentras ei me pushi a saya, a chambra y u pañuelu du pescozu  y me acirquí  en ca Bernabé, cu oitru día me disu que diva a ital un viaishi a Castilla pa vendel dois peleishus de adeiti que tiña cuantu a rrecau nu tinaisheiru.
 Asi que ya aprubití pa ideli que a volta pur a ciai fidera u favol de trel un iscrinu pu pan y unas alfoishas pu mu.
Cuandu diva cun us meis devaneus, na calishiña da igreshia cashi me confrentu cun miña cumairi rosha, que viña du liñal de desengarfial y treya unha restri de allus, unha morrala de figus pasus que tiña arrecaus nu chozu y dois manoishus de regaixal. Me disu que levara un manoishu pu cumpairi Xuan, que sabi que le gusta que le faga salá cuandu poñu pucheiru de gras y cun as albeishas cun torresnu y churizu que fagu castanti.
 Le disi a cumairi que esta noiti foran un ratiñu de serán pa nosa casha ela y u cumpairi Fulgenciu, que u mei  homi tiña ganas de dali a probal un viñu du anu pasau y u queishu que teñu en adeiti y aisín. Ya quedamus in isu, ei foi a us recaus y ela a fel a sus hazanas.
Dispois de comel agarrí u poti de agua que tiña colgau das llaris, laví a loiza y cun u que me sobró de agua , unha maná de salvaus y unas patatas cudias le fidi a vianda u cuchiniñu cun to ben mescrau. Masmenti  la ití nu cambelón lo viñu a comel y en un abril y cerral de oyus ya su había zampau.
Dispois distu agarri un baíl de albas arcindias que tiña na pilleira y as iti nu brasheiru pa baisalas pa budega pa estal quentis a noiti cuandu veñan us cumpairis, pus esta mañan había unha carrunchela de naridis.
 U´scurecel cumu disemus, viñeran de serán us cumpairis y Xuan le sacó unha isharra de viñu y un queishu das nosas ovellas pa que probara, a cumairi y ei mus comemus un folnazu cun un traguiñu de viñu pa que mus pasara.
Istubemus hasta as tantas falandu das coishas que pasan nu lugal.
Pur u vistu sigún se fala pai, a filla de cha Ishabel a que mora nu situ a quedo preña u noviu y ago tenin que cashala antis de que se le coñoza a barriga. Minus afrontas lan intrau a us pairis da dagala, unha cria que e y quedalsi  in esi estau.
Cuandu se foran Fulgenciu y Rosha, nos ya tiñamus unas ganas de pescal a cama… que pa que te contu… y isu que temus unha iselga que se me meti pur us riños… pus pu oitru día tiñamus que madrugal pa dil to día pu crieiru a sachal y a laval u rimú nu ríu.
Agora fagu u mollu pa leval de merenda y dispois ya me vo a ital.








Maria del Carmen Asensio Rivas



miércoles, 6 de julio de 2011

Rutas por xálima


DISTANCIA: 18,01 Kms. 
DURACION: 4 horas. 
TIPO de RUTA: Lineal. 
DIFICULTAD: Media - Baja.
EPOCA RECOMENDADA: Primavera – Otoño, si se va a realizar en verano llevar gorra, y abundante agua, y si es posible realizarla a primera hora de la mañana, si la realizamos en invierno llevar ropa de abrigo, y cortavientos si es posible sopla bastante el viento. 

El recorrido de este PR comienza en San Martín de Trevejo hacia el Ptº de Santa Clara, llega hasta Valverde del Fresno pasando por Eljas. 

Partimos desde la Plaza Mayor de San Martín de Trevejo con su muy bien conservada arquitectura popular, seguimos la c/ de la Iglesia y la c/ del Puerto donde encontraremos, al final de ésta, una bifurcación. Continuando por la izquierda, a pocos metros, surge una calzada empedrada en buen estado que comienza a ascender entre fincas de olivos, frutales, viñas y huertos. Continuamos la subida y antes de pasar una zona de pinar, nos encontramos una buena panorámica del valle, del pueblo de San Martín y del convento de San Miguel. 

La calzada empedrada, que aparece y desaparece cubierta por la tierra de los caminos que parten de ella, atraviesa una pradera que es la antesala del castañar de "Los Ojestos", considerado el más extenso de Extremadura. En esta ruta hallaremos dos grandiosos castaños conocidos como "Los Abuelos" y pasados éstos, llegaremos al puente que salva el Río de la Vega. El último repecho, que nos aproxima hasta el Puerto de Santa Clara, nos ofrece una extraordinaria panorámica desde donde podemos observar las "Torres de Hernán Centeno" dónde se ubicaba el castillo de "Rapapelo". 

Una vez llegamos al Puerto (donde se encuentra la carretera que sube a la localidad de "El Payo"), tenemos la opción de continuar el PR hacia la población de Eljas o caminar hacia tierras castellanas (GR 10, ramal norte), en esta ocasión continuamos por el PR hasta Eljas, y después a Valverde del Fresno. 

Continuamos nuestro recorrido desde el Puerto de Santa Clara, límite con Salamanca, hacia Eljas por el denominado camino del Puerto o "Caminu du Portu", arriba en el puerto y nada más llegar a la carretera giramos a la izquierda, pasando una cancela que dejaremos cerrada. La etapa se inicia con una ligera subida por el camino empedrado y con una alambrada a nuestra derecha para posteriormente girar a la izquierda, y llanear por toda la sierra. En la mayor parte del trayecto predomina monte bajo (escobas, brezo, carquesas...). A nuestro paso, observamos grandes masas graníticas, destacando las Torres de Hernán-Centeno que divisaremos en parte del camino. Este primer trecho del recorrido, nos ofrece unas admirables panorámicas del valle de San Martín de Trevejo y de la Ermita de la Divina Pastora. 

Ya bajando hacia la localidad de Eljas, un bosque de robles nos cobija, sin dejar de observar la particular morfología granítica presente en todo el recorrido y extensas vistas de las sierras de la Cachaza, la Malvana y de los Llanos. 

A Eljas llegamos por una calzada bien empedrada y con continuos zig zas en bajada, entrando al pueblo por la Calle del Puerto o "Calli du Portu", que curiosamente tiene el mismo nombre de la calle de salida en San Martín de Trevejo, desde esta calle vamos callejeando por las bonitas calles de esta localidad para llegar hasta la iglesia, continuamos nuestra ruta por la parte trasera de la iglesia, por la "Calli de Valverdi" y "Calli da Costa" hasta llegar a la calzada empedrada que en forma de zig-zag bajaremos hasta una pista de tierra; este camino es conocido por las gentes del pueblo de Eljas como "Camino del Maíz". Vemos un puente a nuestra derecha, pero lo obviamos y giramos a la izquierda, un poco más adelante encontramos otro puente que salva el Arroyo "Argiles" y junto a éste, veremos las ruinas de un molino con su acequia. Desde este punto del recorrido, se divisa "El Cancho del Cuervo" (990m). Predominan prados, olivares y huertos. 

El sendero se estrecha cerca del "Arroyo del Castaño" y antes de cruzarlo, por unas piedras colocadas para tal uso, veremos un típico zahurdón en un olivar a la derecha. Este trayecto está flanqueado por muros de piedra. Continuamos el recorrido hasta pasar junto al camping de Valverde del Fresno "Valverde Natural". Ya en las inmediaciones nos encontramos el polideportivo "Cándido Pérez Vega", junto al cementerio municipal de la localidad. Al adentrarnos en las calles de la localidad escucharemos "falar" a sus ciudadanos, al igual que en las dos localidades anteriores, terminamos la ruta junto a la iglesia de la población. 

Gran parte de esta descripción ha sido cogida de la página de ADISGATA el resto lo he ido poniendo yo, donde una vez realizada la ruta, he considerado incluir algo. 

Si vas pendiente, la ruta está bastante bien señalizada, al menos en la fecha en la que la hemos realizado, incluso dentro de la poblaciones, pero ojo tened cuidado hay tramos en los que está marcada en las dos direcciones y tenemos algún tramo que coincide con otros senderos locales. Las señales que debemos seguir son las amarillas y blancas, si en algún momento tenemos dudas siempre habrá un lugareño dispuesto a ayudarnos en el trayecto. 

Espero que os guste y la disfrutéis, nos vemos en los caminos. 

Esta ruta la hemos realizado con la Asociación Cultural y de Senderismo José Medina “El Abuelino” de Zafra (Badajoz). 



FUENTE: WIKILOC.

domingo, 3 de julio de 2011

Himnu Lagarteiru ( HIMNO OFICIAL DE ELJAS)







             Lagarteiru.                                                Traducción Castellano.




Que vorteén as campanas da torri,             Que volteen las campanas de la torre,
y que as vodis se oivan, sin meu,                y que las voces se oigan, sin miedo,
cun u cantu du himnu na fala;                     con el canto del himno en " la fala";
que to ishenti se vista de gala                     que toda la gente se vista de gala
y as bandeiras ondéen in u ceu.                  y las banderas ondeen en el cielo.

In as Ellas nacemus un día,                          En Eljas nacimos un día,
pulque en sorti de Dios mus tocó;               porque en suerte de Dios nos tocó;
u castelu mus fala da historia,                     el castillo nos habla de la historia,
pa que nunca se perda a memoria               para que nunca se pierda la memoria
dus que deran a vida pul nos.                      de los que dieron la vida por nosotros.


¡Arreidis da nosa terra!                               ¡Raices de nuestra tierra!           

¡Terra que mus viu nacel!                           ¡Tierra que nos vió nacer!
¡Lugal que tantu queremus,                        ¡Lugar que tanto queremos,
que, pul muy lonxi que istemus,                  ¡que, por muy lejos que estemos,
sempris volvemus a él!                               siempre volvemos a él!

Nun disemus que a fala se perda,               No dejemos que "la fala" se pierda,
que é un teshoiru de mutu valol;                que es un tesoro de mucho valor;
desde a cuna da mairi aprendemus            desde la cuna de la madre aprendemos
esi acentu tan nosu que temus,                 ese acento tan nuestro que tenemos,
que se apaga nu últimu adiós.                   que se apaga en el último adiós.

Recordemus a tos que se foran                Recordemos a todos los que se fueron
dus que heriamus a folma de sel;             de los que heredamos la forma de ser;
¡Oh, si as pedras du portu falaran!           ¡Oh, si las piedras del puerto hablaran!
¡Cuántas penas y glorias contaran,          ¡Cuántas penas y glorias contarian,
dus arrieirus que foran pur él!.                 de los arrieros que fueron por él!.

¡Arreidis da nosa terra!                           ¡Raices de nuestra tierra!
¡Terra que mus viu nacel!                       ¡Tierra que nos vió nacer!
¡Lugal que tantu queremus,                    ¡Lugar que tanto queremos,
que, pul muy lonxi que istemus,              ¡que, por muy lejos que estemos,
sempris volvemus a él!                           siempre volvemos a él!

Que nus campus se arcendan fogueiras,   Que en los campos se enciendas hogueras,
y as estrelas na bóveda azul,                    y las estrellas en la bóveda azul,
Acompañin de noiti a u ludeiru,                  acompañen de noche al lucero,
pa que u norti de to lagarteiru                   para que el norte de todo lagartero
se ilumini cun rayus de lu.                         se ilumine con rayos de luz.

Conselvemus as nosas custumbris,          Conservemos nuestras costumbres,
pulque son tradiciós culturais;                   porque son tradiciones culturales;
que si u nosu hemus nós de guardal,        que si lo nuestro hemos nosotros de guardar,
vanu intentu será u de esperal                  vano intento será el de esperar
que mus guardin u nosu us demáis.          que nos guarden lo nuestro los demás.

¡Arreidis da nosa terra!                            ¡Raices de nuestra tierra!
¡Terra que mus viu nacel!                        ¡Tierra que nos vió nacer!
¡Lugal que tantu queremus,                     ¡Lugar que tanto queremos,
que, pul muy lonxi que istemus,               que, por muy lejos que estemos,
sempris volvemus a él!                            siempre volvemos a él!.

¡Vivan as Ellas!                                         ¡ Viva Eljas!
¡Viva u nosu lugal!                                  ¡ Viva nuestro pueblo!


































Historia


Prehistoria

Los primeros asentamientos estables en la sierra, se producen hacia el año 3000 a.c., viviendo sus pobladores en pequeños poblados de piedra, unidos por vínculos familiares. Se han hallado restos de estos poblados en Villasbuenas de Gata y dólmenes en Hernán-Pérez.
Realizaban construcciones megalíticas, que solían tener un sentido funerario-religioso. Aunque no siempre era necesario construir estos monumentos ( formación natural de piedras en Valverde).
Con el conocimiento de la metalurgia, se mejoraron las condiciones de vida de estos pueblos. - Hacha de bronce, hallada en Descargamaría.
Otra manifestación del carácter religioso de estos pueblos son los ídolos grabados en piedra, hallados en Robledillo y Hernán Pérez, pertenecientes a edades prehistóricas de la edad del bronce ( 1500 a.c.).
Hacia el año 600-900 a.c. , penetran los celtas en la península ,asentándose en la sierra unas tribus de gentes llamados " Vettones" (vecinos de los lusitanos).
Éste pueblo fue esencialmente ganadero, agreste e indómito. Estaban organizados en tribus o clanes, y habitaban en terrenos elevados, próximos a los ríos. De esta época son posiblemente los asentamientos fortificados de Salvaleón (en Valverde) y La Isla, (en el pantano del Borbollón).
Sus creencias religiosas se basaban en la adoración de ríos y montes, adorando al dios Xálama. Los caudillos eran enterrados bajo estelas funerarias de piedra, en las que se grababan las armas del guerrero (estela de Hernán Pérez).
De origen Celta pueden ser también las cabezas que se encuentran en algunos pueblos (Cilleros, Acebo, Estela de S. Martín de Trevejo). Practicaban el comercio de trueque, sin uso de la moneda, llegando a tener contactos con los tartessos.
Los romanos entran en la Península Ibérica hacia el año 218 a.c., encontrándose en Sierra de Gata una población dedicada fundamentalmente al pastoreo.
Frente a la invasión romana, se produjo una alianza entre lusitanos y vettones, que lucharán juntos contra el invasor, infringiéndoles, al mando de Viriato, serias derrotas a las poderosas legiones romanas.
Pero el poderío romano se impuso finalmente, produciéndose tras la victoria, matanzas y saqueos, significando la esclavitud para los vencidos.
El Emperador Octavio Augusto reestructuró Hispania y dividió la Península Ibérica en tres provincias, quedando la Sierra integrada en la de Lusitania, desde el año 27 a.c.
Tras la conquista del territorio, comienza el proceso de romanización. Se distribuyen las tierras, y se crean una serie de villas en el valle del Eljas. Ahora es cuando surgen pequeñas villas, que fueron el origen de algunos de los actuales pueblos de la Sierra, CATTOBRIGA (Gata), CELLIARIVM (Cilleros) y ERGASTVLVM (Eljas).

El proceso de romanización fue largo, adquiriéndose paulatinamente los usos y costumbres del invasor, así como su idioma: "el latín". Finalmente se consiguió la plena integración en la cultura romana, llegando algunos serranos a formar parte de las legiones romanas, lo que les permitía posteriormente adquirir la ciudadanía romana.
La economía pasa de ser pastoril a ser eminentemente agraria, practicándose el cultivo de la vid y del olivo. Quizás en esta época se empezaran a elavorar los preciados vinos de Cilleros y Robledillo.
Los romanos explotaron el recurso miniero de la zona, extrayendo oro y otros minerales en Valverde, Hernán Pérez y Perales, utilizando siervos de Ergastulum ( Eljas).

La vida era principalmente rural, aunque existieron villas como las de Villalba y Nava del Rey, en Villamiel, que fueron importantes núcleos de población, así como la de interannia, que según parece, se hallaba en Salvaleón.
Se creó una importante red de comunicaciones, construyéndose calzadas como la Via Dalmacia, que atravesó Sierra de Gata, uniendo Coria (Caurium), con Miróbriga (Ciudad Rodrigo). Este sistema viario facilitó el desarrollo del comercio, basado en el uso de la moneda.
Los Dioses y ritos romanos se impusieron en la religión indígena, como lo demuestran las aras votivas encontradas en muchos pueblos de la Sierra, casos del Altar dedicado a Júpiter en Robledillo o la Columna Funeraria en Torre de Don Miguel. Aunque otras inscripciones, atestiguan la pervivencia, junto con los dioses romanos, de viejos dioses indígenas, relacionados con ríos y montes como el Altar dedicado al dios Salamati (Jálama) en Villamiel.
Finalmente se impuso el cristianismo, creándose las diócesis de Coria y Ciudad Rodrigo, en los años 314-33.
a partir del año 409, con el ocaso del Imperio Romano, comienzan las invasiones de los bárbaros del norte, a cargo de vándalos, alanos y suevos, que van arrasando las tierras que encuentran a su paso.


Época visigoda y árabe

Sierra de Gata no escapó a estas invasiones, estableciéndose en ella los alanos, primero, y luego vándalos y suevos, que finalmente, serían dominados por los visigodos, más civilizados, que lograrían la unidad peninsular basaron su economía en la agricultura y ganadería, concentrando la tierra en manos de los poderosos.
Estos pueblos eran paganos, convirtiéndose posteriormente al catolicismo unos, y al arrianismo otros, lo que generó luchas religiosas entre ellos. Finalmente, el Rey Recaredo, se convierte al catolicismo en el año 589, logrando así la unidad religiosa.
Crece la importancia del medio rural, apareciendo nuevas aldeas, como Villamiel, fundada quizás en esta época con el nombre de "Lamasso" (miel , en gótico).

Muy pocos son los vestigios dejados por este pueblo, cuya influencia supuso un atraso cultural para nuestra comarca
Las luchas internas entre visigodos, propició la entrada en la península de los musulmanes del norte de África, que penetran en tierras extremeñas en el año 713. Sierra de Gata quedó definitivamente en manos musulmanas tras la conquista de Coria en el año 750.
Tras la invasión, la población se adaptó rápidamente a la nueva cultura, convirtiéndose al Islam la mayor parte de ellos, aunque mas por conveniencia que por convicción. Aunque algunos, huyeron hacia el norte, en especial las autoridades religiosas, refugiándose en el Reino de León.
Por esta época también era importante la población Judía en la Sierra. La distribución de la tierra entre los invasores, fue desigual, tocándole a los Bereberes, asentados en la Sierra, las más pobres, lo que originó frecuentes revueltas contra la minoría Arabe dominante. Esta precaria situación económica, unido a una fuerte sequía en el S.VIII , hizo que el norte de Extremadura se despoblase considerablemente.
Los Bereberes, favorecieron en la Sierra una economía ganadera, basada en el pastoreo de la oveja. Se introducen nuevos cultivos, como el algodón, azafrán y los agrios. Aquí puede estar el origen de las conocidas naranjas de Acebo. Se fomentan los cultivos horticolas, favorecidos por las técnicas de regadío introducidas (norias, acequias, aceñas,...). Todo ello enriqueció la vida agricola y ganadera, lo que favoreció un importante esplendor económico en el siglo X.
El cultivo principal sigue siendo el olivo, aprovechándose el terreno con la creación de bancales, y utilizándose almazaras para la fabricación del aceite. El comercio se vio impulsado por la actividad de ferias y mercados, estimulado por un activo comercio ambulante.


Reconquista

Entre el siglo IX y el siglo X, la relativa tranquilidad que gozaba la Sierra de Gata se vio perturbada por las continuas razas cristianas que pasaban por la zona, generalmente para saquear Coria.
Para defenderse de estos ataques cristianos, cada vez más frecuentes, debieron fortificar sus defensas en los puntos culminantes, creándose en el siglo IX el castillo de Eljas, así como la de la Almenara y otras en lugares como Salvaleón, TrevejoGataSantibáñez el Alto. También parece ser que en lo alto del Monte Jálama existió alguna fortificación de la época. El carácter fronterizo y la importante situación estratégica de la comarca, hizo que estas fortificaciones jugaran un importante papel en la defensa de la Sierra de Gata, ante los ataques de los reinos cristianos.
Los primeros intentos serios de reconquistar la Sierra de Gata, se produjeron a partir del siglo XI, a cargo del rey Alfonso VI de Castilla, que en 1074 atravesó el puerto de Perales, y tras conquistar Coria, sometió a toda la sierra.
Esto significó el comienzo de una larga etapa de conquistas y reconquistas que convirtió a la comarca en una tierra de violencia y destrucción, pasando alternativamente a manos de moros y cristianos. Así, poco tiempo después el empuje almorávide la vuelve a reconquistar para el Islam.
Tras la conquista, los leoneses encontraron unas tierras semidesérticas, encargándose las órdenes militares de defender y poblar lo reconquistado. Sierra de Gata quedó dividida en tres encomiendas: Salvaleón (Orden de Alcántara), Trevejo (Orden de Hospitalarios) y Santibáñez (Orden de Alcántara).
Los nuevos pobladores, procedentes de Asturias y León, trajeron consigo una economía rural y ganadera, quedando finalmente sometidos al poder señorial. Éste asentamiento Astur-Leonés puede ser el origen de la fala, los dialectos hoy en día hablados en Eljas, Valverde del Fresno y San Martin de Trevejo.
Se crea la mesta formada por inmensos rebaños que debieron atravesar el puerto de Perales en busca de pastos. Con la repoblación, surgieron nuevos pueblos en la Sierra, como Torre Den Miguel o Hernán Pérez, en el siglo XIII.
En el siglo XIV, vuelven las guerras a Sierra de Gata, protagonizadas por los reinos de Castilla y Portugal. Los castillos de la Sierra, que lucharon del bando de Portugal, tienen que arriar sus banderas, al imponerse las armas de Castilla.
En el siglo XV tienen lugar las guerras civiles de la Orden de Alcántara. Almenara y Santibáñez son sitiados y tomados en estas luchas.
Eljas y Trevejo son tomadas posteriormente por el temido Capitán Centeno, que impuso su autoridad en la Sierra desde su Castillo de Rapapelo, en Eljas.
El actual Castillo de Trevejo, debió construirse a mediados de este siglo XV, sobre cimientos de una base primitiva.


Edad Moderna

Entre 1492 y 1520, esta fortaleza estuvo bajo las órdenes del comendador Juan Piñeiro, que guerreó contra otros castillos de la Sierra. En su escudo de armaspodemos ver el Castillo de Trevejo. Quizás fueron los muertos de estas batallas los enterrados bajo las tumbas que yacen al pie del castillo.
Fueron los Reyes Católicos quienes pusieron el fin a las batallas, conociéndose entonces un auge cultural y económico. En Gata se crea la academia del maestre, formada por científicos y literatos, dirigida por Antonio de Nebrija. En Hoyos quedo reflejado el auge económico, llegando a ser lugar de residencia veraniega de los obispos de Coria.
En otros pueblos también han quedado muestras del caracter señorial de este siglo XVI (escudo de armas de los Duques de Alba en Villasbuenas de Gata). Como consecuencia de las guerras de las comunidades, en 1520- 1521, fue destruida la fortaleza de Salvaleón, por atrincherarse en ella los comuneros. A las villas leales al Rey Carlos V como Gata, San Martin y Villamiel se concedió el privilegio de lucir el escudo imperial.
Por estos años ya funcionaba en España la Inquisición, siendo una muestra de ello las calderas y la mano cortada de este escudo en Cilleros.
Con el descubrimiento de América se abrieron las puertas de un Nuevo Mundo, hacia el que dirigió una constante emigración dureante el siglo XVI. La contribución de nuestra Sierra a este fenómeno no fue masiva, siendo 71 serranos que embarcaron hacia el nuevo continente entre los años 1512 y 1590, aunque otro gran número debió hacerlo de forma ilegal. El papel desempeñado por alguno de ellos en las tierras conquistadas fue de cierta relevancia, como es el caso de Marcos Veas, de Hoyos, que fue uno de los fundadores de Santiago de Chile así como Fray Francisco de Gata, que fue constructor de las primeras calzadas y puentes en Filipinas. Pablo Pérez, de Hoyos, fue lugarteniente de Pizarro en Perú. Algunos hicieron fortuna en las Americas , como Pablo Pérez (nombrado Hidalgo por Felipe II), que fundó en Hoyos un hospital y el convento del Espíritu Santo. También trajeron consigo influencias artísticas, como puede ser el caso de las pinturas existentes en el antiguo hospital Franciscano de Robledillo.
El siglo XVI representó la época de mayor representación artística de nuestra comarca, De éste siglo son la mayor parte de las iglesias de nuestros pueblos, en muchas de las cuales dejó huella artística el arquitecto Pedro de Ybarra.
Junto con estos templos parroquiales, se construyen también numerosas ermitas, como la del Cristo, en Torre de Don Miguel así como las actuales torres del Castillo de Eljas que ya se eregía en cabeza de encomienda.
Con el inicio de las obras del Escorial, en 1563, los canteros de la Sierra tuvieron que marchar a trabajar en la obra, por lo que las iglesias de algunos pueblos quedaron inacabadas (Iglesia de Valverde del Fresno).
De la alabanza que estos canteros hicieron de los vinos de nuestra comarca, hizo que el propio Rey, Felipe II, mandara pedir vino a Cilleros. Del reinado de este monarca, nos ha quedado el escudo de la iglesia de S. Pedro, en Gata.
A principios del siglo XVII, ya estaba terminado el magnífico retablo de la Iglesia de San Pedro, en Gata, realizado por Pedro de Paz y por Pedro de Córdoba. Asimismo, en 1641, el gran maestro Martínez Montañés talló la escultura de San Pedro, que se encuentra en la Iglesia de Cilleros.
De este siglo son también las ermitas del Santo en Eljas, de Navelonga en Cilleros, y la Iglesia de Villasbuenas de Gata.
En éste siglo, en el año 1609, se decretó por Felipe II, la expulsión de los moriscos. Con ello, el campo sufrió un gran abandono, que unido a los desastres climatológicos y epidemias sufridas en este siglo, hizo que el hambre asolara las tierras de Extremadura.
La vida espiritual en Sierra de Gata, fue siempre de gran importancia, existiendo en esta época muchos conventos en toda la comarca, siendo atribuida la fundación de algunos al propio San Francisco de Asís o el convento de San Miguel (San Martín de Trevejo).
San Pedro de Alcántara visitó estos conventos atribuyéndosele un hecho milagroso en Gata, al subir a lo alto de la sierra una enorme cruz con la que no podían doce hombres. Existía igualmente gran cantidad de hospitales y fundaciones, encargadas de atender a pobres ya enfermos como el convento del Espíritu Santo en Hoyos, Hopital Franciscano en Robledillo y el convento del Hoyo en Gata.
A algunos religiosos serranos, como Fray Cipriano de Villamiel se le atribuyen hechos milagrosos, muriendo con fama de santidad.
En el año 1640 estalló la guerra con Portugal, por los deseos de independencia de este reino. Así, en 1641, los portugueses entran por Valverde y toman el Castillo de Eljas.
Desde Eljas, asediaron el castillo que existía en aquella época en San Martín de Trevejo, de donde son rechazados. También sufrieron derrotas en Cilleros y Valverde, en 1649, donde se formaron milicias populares para defender sus tierras.
Los saqueos y pillajes se sucedieron en los pueblos de una y otra parte de la frontera, Villamiel y Valverde fueron saqueados en 1665. Las fortificaciones y murallas que existían en estos pueblos fueron destruidas, así como algunas aldeas de la Sierra como la de "Puño en Rostro" en Descargamaría. Otras zonas, como Torre de Don Miguel, fueron muy castigadas. La guerra y el hambre, hicieron que muchos habitantes abandoraran sus tierras, despoblándose aldeas como la Moheda, Jarandilla y Fresno.
Con el inicio del siglo XVIII, llegan al poder los Borbones, tras una guerra de sucesión al trono, que también afectaría a nuestra tierra. Un ejemplo es el escudo Borbónico en Cilleros. Como consecuencia de los daños producidos por la guerra de sucesión, se hacen reformas en el castillo de Trevejo, que aún tenia guarnición, nombrándose en 1789 el último comendador de Trevejo.
La agricultura seguía siendo muy primitiva, estando configurada la sociedad de la época por jornaleros, artesanos, funcionarios, soldados , clero... Las clases más bajas eran sometidas a fuertes diezmos, de los que se beneficiaba la Iglesia, el obispo, el comendador, los señores,...
A finales de este siglo ya se encontraban en ruinas los Castillos de Santibañes y Eljas, siendo éste transferido a la orden de Calatrava.
El arte de este siglo quedó reflejado en la iglesia de S. Martín de Trevejo y en la ermita del Cordero, en Acebo, de estilo Barroco.


Edad Contemporánea

La Sierra de Gata sufrió las consecuencias de la Guerra de la Independencia Española en 1808, por ser el puerto de Perales paso obligado de las tropas napoleónicas. Pronto se formó un frente de oposición al invasor, desplazándose muchos gateños aCiudad Rodrigo, donde lucharon en las trincheras de esta ciudad sitiada. En Eljas se establecieron dos batallones, estableciéndose en San Martín de Trevejo el cuartel general del ejército y una división en Villamiel. En 1809Gata fue saqueada y quemada, tras refugiarse su población en las montañas. Pocos días después fue asesinado en Hoyos el obispo de CoriaJuan Álvarez de Castro, junto a otras personas, por la clara oposición mostrada a los invasores. A raíz de estos acontecimientos, surgió en la comarca la presencia de la guerrilla, que al mando del gateño Pedro Hontiveros, hostigó constantemente a los Gabachos, hasta su total expulsión del suelo hispano, en 1812. Tras la guerra de la Independencia, se instauró el absolutismo porFernando VII, lo que hizo enfrentarse ahora a antiguos guerrilleros, en diferentes bandos políticos. El cura Merino y el Empecinado pasaron por la Sierra de Gata.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituye en municipio constitucional en la región de ExtremaduraPartido Judicial de Gata.1 En el censo de 1842 contaba con 500 hogares y 2740 vecinos.2 En 1833 se creó la provincia de Cáceres, incluyéndose en ella a pueblos vecinos de Eljas como DescargamaríaRobledillo de GataVillamielTrevejo y San Martín de Trevejo, dependientes antes de la provincia de Salamanca. La sede del partido judicial de Gata fue al principio San Martín de Trevejo, después Gata, y finalmente Hoyos.
En 1836, el gobierno llevó a efecto la desamortización de Mendizábal de bienes eclesiásticos, produciendo la ruina y desaparición de conventos y otros bienes de la Iglesia como el caso del convento de Hoyos. Esta medida agravó aún más las condiciones de vida de las clases más bajas, ya que las tierras expropiadas cayeron en manos de los grandes terratenientes, que se convirtieron en poderosos caciques. En la segunda mitad de este siglo llegó el ferrocarril a Extremadura. Aunque colaboró en el proyecto el diputado por el distrito de Gata, este revolucionario adelanto no llegó a la comarca y, de hecho, todavía en la actualidad no pasa ningún ferrocarril por Eljas.
A principios de siglo XX algunos literarios realizaron numerosos estudios sobre el habla característico de la Sierra de Gata, destacando entre ellos el ilustre historiador Ramón Menéndez Pidal.
La guerra de Marruecos dejó huella en los habitantes de la Sierra de Gata, existiendo en Villanueva de la Sierra un monumento en memoria de uno de tantos caídos en esta guerra. Durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, se mejoraron las carreteras, construyéndose la comarcal 513 (Hervás-Valverde del Fresno) de 80 km de largo, así como numerosos puentes.
Con el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, la Sierra de Gata quedó integrada en la que se llamó "Zona Nacional" desatándose la violencia por medio de los grupos exaltados que practicaban el "tiro en la nuca". Terminada la guerra, se presentaba una etapa de hambre y racionamiento, que originó la práctica del estraperlo a través de la frontera con Portugal.
El 10 de mayo de 1954 se inauguró el pantano del Borbollón, surgiendo con él, la actual Moheda de Gata.
La economía de la Sierra de Gata seguía siendo principalmente agraria, con el olivo como cultivo principal, estando muy poco desallorrada. La industria era casi nula en la comarca, basándose únicamente en lagares, almazaras y en la fabricación de aceite de oliva. Ello motivo que la emigración azotara a todos los pueblos de la comarca, en busca de mejores condiciones de vida, y de regiones o países más desarrollados. La actividad artesanal está magníficamente representada en la Sierra, con los famosos encajes de bolillos de Acebo, tradición que debemos conservar, al igual que las de cestería y sillería. Aunque quizás, el mayor recurso económico que debamos favorecer sea el del turismo, aprovechando para ello el tipismo de nuestros pueblos y el entorno natural de nuestra tierra. Para ello es imprescindible proteger nuestros bosques de la terrible amenaza del fuego , que se están viendo arrasados en los últimos años, y muy especialmente en 1991, en el que sendos incendios destruyeron 6.000 hectaresas en Valrrago, y 2.000 en Gata.
En esta defensa de la naturaleza fueron pioneros los habitantes de Villanueva de la Sierra, que en el siglo XIX celebraron la primera fiesta del árbol, y donde existen en la actualidad dos monumentos en honor a los mismos. Para el disfrute de la naturaleza y el desarrollo de un turismo ecológico en Sierra de Gata, puede contrubuir la creación del camping-museo en Gata, con obras de Martín Simón, pintor-escultor de la Villa de Gata.

Con el fin de preservar la riqueza medioambiental de la sierra, ADENEX ha emprendido un proyecto para su protección y estudio, así como una reserva en Descargamaría, para la protección del buitre Negro. Sierra de Gata va adecuando su infraextructura con la mejora de carreteras, construyéndose ligualmente una nueva presa en Villasbuenas de Gata, para el abastecimiento de otros pueblos. En el aspecto social, se crea en 1984 el centro de recursos de educación compensatoria, así como residencias para ancianos en Gata y en Torre de Don Miguel.
Y para promover el desarrollo integral de la comarca, se crea en 1991 ADISGATA, asociación integrada por municipios de Sierra de Gata, Moraleja, Vegaviana y colectivos sociales y empresariales.

Fuente: Revista publicada Historia Sierra de Gata  y texto wikipedia.